La disponibilidad mide la capacidad de un sistema para proporcionar un servicio ininterrumpido, normalmente evaluada por la cantidad de tiempo de inactividad que sufre el sistema durante un período específico (semanal, mensual, anual, etc.). Medir la disponibilidad es una práctica estándar para evaluar el rendimiento y la capacidad de recuperación del sistema en caso de falla (desastres naturales, ataques cibernéticos, errores humanos, etc.).